30.6.08

A ti, que eres tan imbécil

Dedicado a los centenares de imbéciles con los que tuve que lidiar ayer.


A ti, imbécil, que me adelantas por la derecha porque tu cerebro subdesarrollado te impide entender que el hueco que hay entre mi coche y el que llevo delante es la distancia de seguridad que tú no respetas porque no sabes ni qué es.
A ti, imbécil, que crees que la mejor manera de no tener que frenar es obligarme a mí a hacerlo.
A ti, imbécil, que crees que invadir mi carril mientras bajas el puerto de montaña te convierte en un as de la conducción cuando lo único que demuestra es que eres un pésimo conductor del que se reiría hasta Fisichella.
A ti, imbécil, que crees que has hecho bien una rotonda cruzando sus tres carriles sin mirar a nadie, porque es la trazada más corta hacia tu salida.
A ti, imbécil, que crees que comer pipas en el agua es una inteligente decisión.
A ti, imbécil, que crees que porque España ha ganado la Eurocopa te da derecho a comportarte abiertamente como el salvaje que eres.
A ti, imbécil, que piensas que el mejor plan para la celebración es acercarte con tu coche a ver si puedes aparcarlo en plena plaza de la Redonda: ¿No se te ha ocurrido pensar que miles de personas han tenido tu misma idea?
A ti, imbécil, que crees que porque a ti se te ponen los pelos como escarpias al oír el himno de España a mí me tiene que ocurrir lo mismo o no soy español.
A todos vosotros, imbéciles, os dedico mi domingo, que pese a vosotros, fue un gran día, y no especialmente por la victoria española.

4 comentarios:

Rfa. dijo...

Yo sólo soy imbécil a medias, pero opino igual. Me lo pasé bomba durante el partido, desde que empezó a sonar el himno (no llegan a ponérseme los pelos de punta, pero casi, casi, casi) hasta que Cuatro cortó la retransmisión de golpe. Pero jamás sabría cómo celebrar una victoria de fútbol en la calle. De hecho, creo que las celebraciones vienen a cargarse toda la épica del fútbol. Después de tres o cuatro semanas con partidos bajo la lluvia y resúmenes ralentizados en las sobremesas de los Manolos, lo de ayer en Colón me pareció de una vulgaridad escandalosa. ¡Se me ha pasado el eurocopeísmo de golpe!

Fliper dijo...

Precisamente me encuentro escribiendo un post sobre estos temas. Saldrá esta tarde, supongo.

Sergio Sánchez dijo...

De vulgaridad nada de nada.
Los vulgares eran los jugadores con su botelleo de altura.
El himno me la suda.
Siempre me la sudó.

Y soy ESPAÑOL hasta la puta medula.

PD: El cochino que comía pipas en el agua (playa) es un hijoputa. Por que no lo sacásteis a ostiazos del agua. Aquí ya nadie dice nada, ni riñe a nadie.
Viva la virgen.
Y la selección.

chicoutimi dijo...

No sé qué pasaría durante la final, porque la vi en casa, pero tuve mi ración de imbéciles durante el partido contra Italia, que vimos en un bar de Liverpool en el que nos juntábamos unos cuantos españoles para disfrutar un rato.
El aspirante a Paquirrín y su amigo no pararon de rebuznar en todo el partido y de gritar que no había más españoles en la sala, porque los demás manteníamos un nivel sónico normal.
Una pena que el dueño del bar estuviera a partir un piñón con ellos, porque así hubo que tragárselos todo el rato!