He de señalar de entrada que no soporto a Mel Gibson. Si no fuese por el cariño que le tengo a la saga Mad Max que me hizo tan feliz en mi preadolescencia, y a alguna cosilla más, no sería capaz de ver nada que tuviese que ver con él. Antisemita, borrachín, misántropo... lo peor. Mi asco alcanzó su cumbre con Cuando éramos soldados, un esperpento fascista en el que la metáfora visual alcanzaba su mayor grado de perfección: mientras el soldado que interpretaba masacraba asiáticos, su mujer le esperaba sumisa en casa barriendo el suelo.... uaajjjj.
Dudaba por tanto acerca de esta película. El tema me parecía interesante, lo que había visto en televisión y en internet hacía presagiar que no sería una porquería, y al final me decidí a gastar mis dinerillos en este extraño artefacto llamado Apocalypto. No sé si me gustó o no. Así de claro. El ritmo es trepidante, está bien dirigida, no aburre pese a que su argumento es demasiado simple, las interpretaciones son correctas y es muy divertida a ratos.
Pero de nuevo, la moraleja del cuento. Gibson es un tipo ultraconservador, y en esta película trata de enseñarnos a los ciegos que lo importante es la familia, y que todo lo que está fuera de ella y de la comunidad pequeña y aislada es una fuente de horrores, perversión y muerte. El paraíso está en lo pequeño, en lo íntimo. Y no se corta un pelo a la hora de demostrarlo, pegándole patadas descomunales a la historia y de paso tratando de convencernos de que ir a pie es mejor que moverse en barco. El ingenio del artesano está por encima de cualquier técnica compleja, y los artefactos cumplen siempre una función libidinosa. Todo lo que se mueve y no está vivo sirve para matar o hacer daño. Eso por no hablar de cómo la naturaleza es la aliada del protagonista amante del terruño, pero no sólo gracias a sus grandes conocimientos sobre la selva, sino desde una perspectiva cuasi sobrenatural en la que los hombres corren más que los jaguares y un paleto cazador de tapires sabe más de estrategia militar que una decena de soldados curtidos en mil batallas... todo para, con una convicción moral similar a la de Rajoy, darnos una lección sobre cómo, ante la disyuntiva, se ha de refugiar uno en el hábitat más pequeño posible, donde el aislamiento y la ignorancia ante lo que pasa en el mundo son las claves para una vida feliz.
Para colmo, el detalle final que busca sorprendernos es realmente patético, y consigue hacer reír en vez de estremecer al personal, que supongo era lo que se pretendía. Realmente Gibson consigue que su personaje acabe pareciéndonos odioso.
Pese a todo lo dicho he de reconocer que me lo pasé realmente bien con esta película, con momentos de gran belleza plástica.
NOTA: 5
Dudaba por tanto acerca de esta película. El tema me parecía interesante, lo que había visto en televisión y en internet hacía presagiar que no sería una porquería, y al final me decidí a gastar mis dinerillos en este extraño artefacto llamado Apocalypto. No sé si me gustó o no. Así de claro. El ritmo es trepidante, está bien dirigida, no aburre pese a que su argumento es demasiado simple, las interpretaciones son correctas y es muy divertida a ratos.
Pero de nuevo, la moraleja del cuento. Gibson es un tipo ultraconservador, y en esta película trata de enseñarnos a los ciegos que lo importante es la familia, y que todo lo que está fuera de ella y de la comunidad pequeña y aislada es una fuente de horrores, perversión y muerte. El paraíso está en lo pequeño, en lo íntimo. Y no se corta un pelo a la hora de demostrarlo, pegándole patadas descomunales a la historia y de paso tratando de convencernos de que ir a pie es mejor que moverse en barco. El ingenio del artesano está por encima de cualquier técnica compleja, y los artefactos cumplen siempre una función libidinosa. Todo lo que se mueve y no está vivo sirve para matar o hacer daño. Eso por no hablar de cómo la naturaleza es la aliada del protagonista amante del terruño, pero no sólo gracias a sus grandes conocimientos sobre la selva, sino desde una perspectiva cuasi sobrenatural en la que los hombres corren más que los jaguares y un paleto cazador de tapires sabe más de estrategia militar que una decena de soldados curtidos en mil batallas... todo para, con una convicción moral similar a la de Rajoy, darnos una lección sobre cómo, ante la disyuntiva, se ha de refugiar uno en el hábitat más pequeño posible, donde el aislamiento y la ignorancia ante lo que pasa en el mundo son las claves para una vida feliz.
Para colmo, el detalle final que busca sorprendernos es realmente patético, y consigue hacer reír en vez de estremecer al personal, que supongo era lo que se pretendía. Realmente Gibson consigue que su personaje acabe pareciéndonos odioso.
Pese a todo lo dicho he de reconocer que me lo pasé realmente bien con esta película, con momentos de gran belleza plástica.
NOTA: 5
9 comentarios:
Hace algún fin de semana, a punto estuvimos, en un acto que Rfa. denominó el momento punk de la noche, entrar a ver esta peli en su sesión nocturna de las doce y pico, incluso veía con buenos ojos que el amigo Rfa. se comprara un bol gigante de palomitas, eso ya dice en mi caso mucho con respecto al "a lo loco" del momento. Tengo una gran atracción por esta peli, supongo que es por el tema maya e histórico, aunque ya se sabe que lo peor que le achacan a la peli es que de histórica nada, sino entretenimiento plano, y encima con moralina incluida, según tú apuntas. El cartel me encanta, aunque esto no debería ser importante para ir a verla (pero es que suelen ser muy chungos la mayoría de los carteles de nuestro tiempo... los carteles de cine, merecen un post aparte, qué grandes aquellos de los 60/70...) ...pero tu crítica aún me deja peor de lo que estaba...
Un lado mío me dice: huye-no la veas-Gibson-sólo violencia gratuita opuesta a la del cine de Haneke que es como debe ser-entretenimiento plano-palomitas y refresco... y el otro me dice: a la mierda la profundidad por un día-tiene un cartel estupendo-los mayas-color verde-aventuras-jodido esnob, si lo vas a pasar muy bien...
...mmmm, no sé no sé, de verdad que tengo todo un dilema Miguel, porque pienso que esta peli va a perder en DVD todo lo poco que pueda tener, y no me quedan muchos días para que definitivamente la quiten de la cartelera...
La verdad es que si para tí una película entretenida es una de Haneke me temo que esta película no te va a divertir, a no ser que estés también interesado en placeres más banales. Yo sólo sé que se ve facilmente como película de acción y que si eres capaz de olvidarte de su "moraleja" y de lo asqueroso que es Mel Gibson es una peli palomitera aceptable.
Lo de las moralejas de la peli sí que daría para un debate interesante. Las hay de todos los tipos, y con infinidad de lecturas posibles.
MORALEJA UNO: Nada más empezar la proyección, una advertencia: "para que alguien acabe con una sociedad, ésta tiene que estar podrida por dentro". O algo así. Desde el principio Gibson parece decirnos que los españoles no tuvimos toda la culpa del genocidio maya, que ellos ya estaban dándose palos desde mucho antes. O, como decía mi novia: "al final va a resultar que se merecían que los machacásemos".
MORALEJA DOS: Permíteme un latinajo, Miguel, que si no lo cuelo reviento: Homo homini lupis. O sea: el hombre es el peor enemigo del hombre. Las rivalidades están dentro de la propia tribu, entre tribus distintas o entre sociedades diferentes. La fórmula de Gibson es muy simple: si dos tipos se cruzan por casualidad, hay un 50% de probabilidades de que se den de hostias. Aunque no se conozcan de nada.
MORALEJA TRES: La familia es el único refugio. Aquí sigo tus pasos, Miguel. Mi nivel de aturdimiento después de más de dos horas de persecución era tal que fui incapaz de evaluar el nivel de conservadurismo moral del discurso. Menos mal que estás tú.
MORALEJA CUATRO: Filmar en versión original hace innecesarios los diálogos. Apocalypto no está en dialecto maya para ser más fiel a la historia, sino para que no nos distraigamos con las palabras. Al final resulta que lo que los indios de la peli dicen resulta tan trascendente como, por ejemplo, lo que dicen los babuinos. Y a partir de aquí, Miguel, Apocalipto se convierte en una película más cercana al porno o a las retransmisiones deportivas que a cualquier otro producto.
Creo que las tres primeras son lo mismo: la sociedad maya está prohibida porque es una megalópolis, porque no rigen los principios del amor, etc. El hombre es un lobo para el hombre porque no respeta los principios sagrados de la familia y esto degenera en odio y destrucción. Para nuestro querido Mel, donde no hay moral católica hay desenfreno y muerte, como para el Papa.
Respecto al último punto, yo creo que sí que considera importante lo que dicen los personajes. Lo que ocurre es que su idea es tan básica que no hace falta afinar mucho, y que al final el cuerpo se pone al servicio del amor que no del sexo...
Respecto al latín, deberías saber que en mi profesión trato con él casi todos los días así que si no me lo hubieses dicho no me habría dado ni cuenta.
Con Haneke y la violencia en su cine me refería a que él la plantea de un modo totalmente opuesto al entretenimiento, no se qué cineasta dijo que tenía que existir cada cierto tiempo al menos una película con esa manera de plasmar la violencia, para que veamos y sintamos lo que esta es realmente: algo axfisiante y profundamente asqueroso, por ejemplo, El vídeo de Benny de Haneke, que me parece una grandísima película, la vi con una mano en el rostro (no tapándome sino para soportar las embestidas) para así poder aguantarla, vamos, que de entretenimiento en pelis de Haneke yo ninguno, más bien todo lo contrario, aunque me gusten la mayoría. Y no niego que también disfruto ciertas películas donde la violencia se plasma de una manera más gratuita, y digo nombres, como Scorsese.
Dicho esto y leído lo demás, me sigue picando Apocalypto.
juas, por cierto, acabo de ver mi patada al diccionario: axfisiante :-O, y hasta tiene su gracia (sobre todo si es a base de vermuts, hip)
bueno, creí que querías decir que el cine de Haneke era cine de entretenimiento... me lo tomé en cierto modo, como una crítica a ese director que algunos erncuentran pretencioso y hueco. Pero veo que no. Sólo he visto tres de sus películas: La pianista, que me pareció simple y llanamente aburrida; Caché, que supuso mi gran reencuentro con el cine de autor... y Funny games. Ahora me he hecho con el pack de Haneke, y la que más ganas tengo de ver es la que mencionas, además de las entrevistas, que por lo que me han dicho, suelen ser muy interesantes...
Continuando con el off-topic: con La pianista debo hacer un nuevo visionado, pero no guardo un buen recuerdo de ella, Cache me gustó muchísimo, Funny Games todavía no la he visto, y me apetece bastante, aunque me han dicho que se las trae, y me hice hace tiempo con el pack, la única que no me gusto del mismo fue 71 Fragmentos de una Cronología del Azar, las otras dos, sobre todo El Video de Benny, me encantaron. Y cierto es que las entrevistas que vienen en el pack son muy interesantes y jugosas, oyéndole hablar parece mentira que luego tenga en la cabeza esa manera de plasmar cine.
Bueno, pues me animas entonces a que disfrute yo tb con mi pack lo antes posible. También tengo Caché en dvd y tb lleva una entrevista. Ya hablaremos largo y tendido sobre el tema, espero.
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