19.12.06

Lo mejor del 2006


Llevo semanas dándole vueltas a hacer algún tipo de ranking sobre lo que me ha gustado del año que ahora termina. Ya estaba casi decidido a no hacerlo por:
1. Mi mala memoria. En la mayoría de casos no consigo recordar si algo se hizo o no este año, ni tan siquiera si yo lo conocí en los últimos doce meses.
2. La mayoría de navegantes a los dos o tres días de leer constantemente listas acaba muy muy harto y no es plan de acabar con las pocas visitas que recibo.

Sin embargo, tras pasar yo mismo unos ratos divertidos esta tarde con las listas de pitchforkmedia y alguna más (mi preferida, la de El Emperador de los Helados), he decidido crear una lista distinta, que no es tanto una lista como un recorrido breve por las cosas que han ocupado especialmente mi atención los últimos meses. Aquí empezamos:

MÚSICA.

Lo mejor:


Sr. CHINARRO: Hace muchos años que disfruto con el señor Chinarro. Pero cuando me enteré de que iba a sacar nuevo disco (ya la venta, pero aún no me he pasado por la FNAC a pillarlo), me dediqué a sacar sus discos a mi columna de habituales y me di cuenta de que es el mejor músico español en la actualidad. Letras chinarras para siempre, metamúsica y uno de los pocos artistas del sur que no me suenan repugnantemente folclóricos. Aquí tenéis un adelanto de su nuevo trabajo.

EL COLUMPIO ASESINO: Esta afición es más reciente, y sólo por ello menos intensa. Pixies de cabaré, letras perversas y mecanismos oxidados. Muy recomendable.

BLOC PARTY El disco es del año anterior, pero tras una escucha justo hace ahora un año me conquistaron par siempre. Rock para los que no les gusta el rock. El estribillo de Banquet casi diría que es de lo mejor de esta década, y el crescendo de This modern love es de poner los pelos de punta.

PIANO MAGIC -disaffected: Es del 2005 también, pero me enganchó este año. Pop con guitarras góticas y unas gotas de electrónica. En este disco está la canción que Björk siempre ha querido hacer pero no puede porque está fatal de lo suyo.

CSS (Cansei de ser sexy): Este tipo de música no me tira demasiado, pero he de reconocer que son sorprendentes y divertidos. Mientras culturetas variados intentan hacer que LCD soundsystem o M.I.A. parezcan divertidos, CSS realmente lo son.

DO IT AGAIN: A tribute to Pet Sounds: Este disco homenaje al Pet Sounds de Beach boys nos lleva lejos de la adolescencia y nos introduce en la nostalgia y la soledad de crecer. Cuando esas melodías quedan desnudas de hermosas voces y se muestran puras e incluso retorcidas aprecias aún más a Brian Wilson y te preguntas que para qué los beatles.

GNARLS BARKLEY: Creo que St. Elsewhere es el disco que más veces he oído este año. No es mi estilo tampoco, pero tal sobredosis de talento y energía conquista a cualquiera. Pese a lo que digan muchos, este puede ser un disco muy energético, pero no es en absoluto alegre. Pasión enfermiza diría yo.

APSE -spirit: Gran disco. Me lo compré hace unas semanas, así que aún no lo he oido demasiado, pero el Bloody roots de Sepultura es una tontería al lado de esto. No se me desanimen, que no se parece en nada a los brasileños.

STELLA MARIS de Einstürzende Neubaten: Gran hit. Hay veces que no entiendo cómo una canción como esta no se convierte en un superventas.

TOM WAITS- orphans: Hacía ya un par de años que tenía bastante abandonadito a Waits, pero ese distanciamiento ha sido bueno para que nuestro reencuentro sea aún mejor de lo que podía haber sido. Canciones-joya, una presentación magnífica y, oh, esa voz...

Lo peor (en lo que podía haber estado bien):

BOB DYLAN - Modern times: Ya lo he dicho aquí, una patata, con la que además un amigo estuvo torturándome hace un par de semanas.

WILCO: Creía que me gustaban pero no me gustan. Me aburren. Debe ser porque a veces parecen unos Beatles rocanrroleros. Tienen grandes momentos, pero soy incapaz de soportar un disco entero.

YO LA TENGO - I am not afraid of you and I will beat your ass: Creía que Yo La tengo eran incapaces de hacer un mal disco, pero con sus dos últimos largos de material nuevo me han demostrado que estaba muy muy equivocado. Jamás les creí capaces de ser tan dispersos y tan, tan sosos.


Aquí tengo poco más que decir, ya que por suerte son pocos los bodrios con los que se han encontrado mis orejas voluntariamente. Otra cosa ha sido entrar a bares y no oír nada más que porquería OT y cosas por el estilo.

CINE

Lo mejor:

Hijos de los Hombres: Maravillosa. Grande, fantástica.

Estrella Oscura: Reencuentro con esta película primeriza de John Carpenter, que podrá gustarle incluso a aquellos que odien a John Carpenter. Me impresionó de chaval y ahora no me ha decepcionado. Y me ha puesto tan melancólico como aquella primera vez.

Master & Commander: He disfrutado, no ya de la película, que tenía muy vista ya, sino de una breve conversación con un amigo en la que estuvimos de acuerdo en que no tiene más remedio que convertirse en un clásico del cine con el tiempo. Y, ojo, opino lo mismo de Hijos de los hombres.

Brokeback mountain: Yo no quería ver esta película. Mi chica puso en mi contra este verano a sus sobrinas, que cada vez que estaban en mi presencia coreaban "Brokeback, brokeback". No tuve más remedio que acabar con la tortura asistiendo a una pipesca sesión de cine de verano en la que ví otra película que creo no será olvidada con el tiempo. A todos aquellos que casi me convencieron para no verla, tildándola de penosa he de decirles que:
a) No les gusta el cine o
b) Son profundamente homófobos.
De nuevo Ang Lee y sus plantas meciéndose al viento. Es muy de cine oriental pero mucho mejor.

La Balada de Cable Hogue: De nuevo Sam Peckinpah sorprendiéndome gratamente; divertida, irreverente y, de nuevo, como Grupo Salvaje, cientos de veces imitada y homenajeada.

Lo peor:

Cars: Soy fan de pixar, y creí que estaba ante una nueva Toy Story. Una historia simplona que algunos hacen pasar por profunda simplemente porque se trata de una película de dibujos animados. Escasísimos toques de humor decente y mucha, mucha moralina.

Firewall: Fue la compañera de la sesión doble en la que vi Brokeback mountain. Un auténtico pestiño con un Harrison Ford acabado, y un gran logro al conseguir que un argumento que a priori aseguraría un rato entretenido se convierte en una agonía y un aburrimiento. Una pena que no ganasen los malos esta vez.

El Ilusionista: La crítica está justo aquí abajo.

El laberinto del Fauno: Las razones un poco más al fondo.

Infiltrados: No es que sea una película mala, pero tenía que ponerla aquí después de oír a tantos gafapastas diciendo que el maestro había vuelto. Una crítica muy acertada aquí. E insisto, los últimos segundos de la película, tras el desenlace, son de lo peor que he visto en el cine en mucho tiempo.

Si todas estas recomendaciones e insultos os sirven para disfrutar de algo nuevo o evitar pasar un mal rato, daré por bien empleado este tiempo que ahora mismo considero una pérdida de tiempo.

11.12.06

El Ilusionista, o como construir un bodrio desde premisas atractivas. Con un párrafo final acerca de las escenas de cama en Hollywood

Hoy no hablaré de lo sucia que estaba uno de los nuevos megacines de la ciudad de Murcia. No hablaré de lo difícil que fue localizar la sala sin ningún tipo de señalización y situada en las más profundas entrañas del mismo. Tampoco hablaré de cómo nos tuvieron un par de minutos completamente a oscuras antes de que empezase la película. Pero quizás fuese mejor que hablase de eso porque la película fue mucho peor. El Ilusionista, escrita y dirigida por un tal Neil Burger, cuya otra obra no tengo el placer de haber visto.
Cuando uno se presenta en el cine un domingo por la tarde espera -que no desea- encontrarse con estúpidos que no tienen problemas en molestar con sus gritos a su vecino de butaca, tampoco en quedarse durmiendo y roncar. Y, desde luego, espera encontrarse con el típico imbécil al que le suena el teléfono en medio de la película y lo coje apurado diciendo a gritos con tono de reproche: "cómo se te ocurre llamarme, que estoy en el cine". Si, señor, está usted en el cine, y yo también, y mientras su interlocutor no tenga poderes sobrenaturales para saber que está usted en el cine y no llamarle, mejor apaga usted su móvil o le quita el sonido.
Lo que no espera uno al ir al cine es encontrarse con un bodrio de este calibre. Si quitamos el cine español, la mayoría de películas por las que te atreves a gastarte la pasta en verlas en la pantalla grande, aunque te puedan aburrir o no gustar, aunque puedas despreciar su argumento, etc., suelen estar realizadas con solvencia, con un argumento coherente y con cierta profesionalidad. Y esto sucede, supongo, porque el cine es muy caro, y cuando se produce una película, la productora se asegura de que el guión sea aceptable, que el director sea competente y que al menos vaya a funcionar en el mercado para el que se realiza. Una película de mala calidad puede destruir a una productora, actores, etc. Por eso no entiendo la existencia de esta película, y menos cuando la propuesta parece, a priori, interesante: Magos, conspiraciones políticas, algo de amor, Viena, Paul Giamatti... Creedme, es una auténtica basura: pesimamente dirigida, con un guión patético que alterna entre fragmentos soporíferos y el típico golpe de efecto que no sorprende a casi nadie, y un supuesto "truco" final que se huele desde el primer momento y que es descubierto en una vergonzosa copia de Sospechosos Habituales pero sin la carga dramática de aquella escena, en la que descubrimos que el verdadero mago no es el que ha hecho ese papel durante toda la película, sino aquel que descubre todo el pastel sin tener la más mínima prueba que le haga llegar a tal revelación.
Edward Norton está patético intentando parecer flemático, Jessica Biel no lo sé porque apenas hace nada en toda la película y Giamatti mola como casi siempre, aunque esta vez le han puesto un doblaje difícil de soportar. Todos ellos se dedican a pasear sus misterios y sus pesquisas a lo largo de un gran aburrimiento que resulta hasta patético por momentos. Hay secuencias en los que los artificios escénicos son demasiado visibles, donde las marcas puestas para engañar al espectador son tan evidentes que posteriormente será imposible sorprenderse. No podemos creernos que estamos ante un mago cuando todo el andamiaje de la película, toda la magia del cine está claramente expuesta en este film. No nos creemos la ilusión de estar en otro lugar viviendo algo distinto a nuestras monótonas vidas. Es como en las malas aventuras gráficas, donde el objeto con el que tenemos que interactuar destaca claramente sobre todos los demás. O en algunos episodios de CSI mal dirigidos, donde por cómo trata la cámara a determinados personajes irrelevantes sabemos que estos acabarán siendo asesinos o complices...
Y lo más curioso de todo: las ilusiones que practica el mago son cutres, muy cutres, no hay nada de belleza en ellas y además están realizadas por ordenador y se nota, mucho, pero mucho. Creo que habría sido mucho mejor contratar a algún super mago para hacer ilusionismo real, lo cual habría contribuido bastante a poder vivir la historia en lugar de sufrirla.
NOTA: 3

Por cierto, si existía algo que me reventaba realmente de las películas de los ochenta y parte de los noventa eran las escenas de cama. La típica escena de uno o dos minutos de dedos entrelazados, sábanas de seda, tetas sugeridas entre sombras y caras de éxtasis. Aburridísimas. Quien quiera ver tetas que compre porno o se busque novia; yo quiero ver tiros, monstruos, o lo que toque en cada caso. No sé si debido a la facilidad con la que actualmente podemos buscar y ver tetas en la intimidad de nuestro hogar con nuestro ordenador, el caso es que los últimos años esas escenas escaseaban, con gran alivio por mi parte, que no tenía que ver como rompían el ritmo de una película. Pero me temo que se han vuelto a poner de moda: la película que nos ocupa, Corrupción en Miami, y alguna más de las películas que he visto en los últimos meses contienen esas patéticas escenas. Por favor, hagan patente su odio si lo comparten.