20.10.06

El laberinto del Fauno. Gran fiasco

Guillermo Del Toro es un director correcto. He disfrutado bastante de algunas de sus películas, pero siempre desde mi yo cinéfago, que no cinéfilo: Blade II (su mejor película, pese a aquellos que pretenden convertir a Del Toro en un autor de cine "serio"), la correcta Mimic e incluso Cronos, aunque a ratos muy aburrida. Su primer gran tropezón fue precisamente El espinazo del Diablo, puro tedio sensiblero disfrazado de historia de fantasmas con contenido social. Un auténtico bodrio. No diré que El Laberinto del Fauno llegue a esos extremos, pero se queda cerca. Si algo me ha llamado la atención es la notable recepción que ha tenido para crítica y público esta película: no lo entiendo; desde el punto de vista de la crítica, creo que es una mala película, y desde el punto de vista del público, es argumentalmente pesada y va dando tumbos durante todo su metraje. No creo necesario repetir la sinopsis, que ya todas las promociones nos han saturado con él, así que iré directo al grano. Lo que aparece a continuación es una conversación que mantuvieron mis dos personalidades al salir del cine: Cinéfago y el Cinéfilo; aunque el primero es más potente y sabio, el segundo tiene su corazoncito.

Cinéfilo: vaya mierda de película que me has traído a ver.
Cinéfago: yo creía que eras tú el que quería verla... como Del Toro se supone que es un buen director...
Cinéfilo: Correctillo nada más... y la historia no prometía demasiado.
Cinéfago: Eso digo yo, no prometía nada... Guerracivilismo... no existe nada en este mundo que prometa mayor aburrimiento que una película sobre la guerra civil...
Cinéfilo: Bueno, es un tema potencialmente interesante, pero que casi nunca, creo recordar, ha dado sus frutos.
Cinéfago: el cine español es una mierda.
Cinéfilo: Casi todo el cine español es una mierda.
Cinéfago: de todas, formas, creo que esta película no es española...
Cinéfilo: Si, y eso permite que esté bien contada, que tenga ritmo y que algunos actores penosos hagan por primera vez en su vida unos papeles medio aceptables (aunque el acento de Maribel Verdú se las trae).
Cinéfago: Resulta complicado eso de mantener el ritmo en una película que te cuenta dos historias distintas que no tienen nada que ver una con la otra. Conforme iba pasando el tiempo cada vez tenía menos esperanzas de que las dos facetas fuesen a confluir en una sola. Si algo pido, además de entretenerme, ya lo sabes, es una cierta lógica interna.
Cinéfilo: Ya, es una película con un argumento absurdo y simplón: los de derechas malos malísimos, los de izquierdas buenos buenísimos, y nada que aprender excepto lo archisabido. Por supuesto, un malo malote, el único personaje bien definido y aún así tópico donde los haya.
Cinéfago: Y la parte fantástica no es un buen cuento, carece de sentido, de metáforas, de todo... y es aburrido, y más con una niña que se supone que es actriz pero que solo pasea su edad del pavo a lo largo de todo el rodaje...
Cinéfilo: para desastre en ese sentido Ariadna Gil. ¿Había alguien en el cine que no deseaba que muriese para no tener que seguir oyendo esa voz hiperafectada? Ha sido todo un trauma...
Cinéfago: He salido del cine con la sensación de que me habían timado: en los trailers y promociones se le ha dado una importancia al aspecto onírico de la película que realmente no tiene.
Cinéfilo: Si, ya nos pasó con Superman o con Alatriste. Con esa estrategia lo único que consiguen es que la gente desconfie absolutamente de las promociones. No digo que no tengan que intentar venderte un bodrio como una gran película, pero tratar de colarte un churrito así como peli fantástica o de autor...

A PARTIR DE AQUÍ EL TEXTO CONTIENE SPOILERS; SI NO HAS VISTO LA PELÍCULA Y QUIERES VERLA, NO SIGAS LEYENDO

Cinéfago: De todas formas la película se podría salvar por sus cualidades técnicas si no fuese porque provoca una constante irritación.
Cinéfilo: Si, las debilidades del argumento son, a ratos, totalmente patéticas.
Cinéfago: Principalmente la cuestión del antibiótico.
Cinéfilo: Sí, el malo identifica que la ampolla del medicamento ha sido proporcionada a los rebeldes por el médico traidor cuando ve una ampolla exactamente igual en su maletín. Lo curioso es que la ampolla no tenía ningún rasgo distintivo, y que parece que el número de médicos en la zona es igual a uno, por lo que, o bien debería haberlo descubierto desde el principio o bien no haberlo descubierto nunca.
Cinéfago: Si, el climax de la revelación es muy cutre, sobre todo por su conclusión, que roza lo risible: ¿por qué Maribel Verdú no mata al malo malote cuando lo tiene a su merced?
Cinéfilo: Porque si lo mata acaba la película. Aún así, con lo que le hace, ese señor debería quedar muy maltrecho, y no dolorido y un tanto molesto, como se nos hace ver...
Cinéfago: de todas formas eso no es lo peor de la película. La señora que había sentada a mi lado se ha enfadado porque me partía de risa con la historia del candado; no podía evitarlo: los rebeldes atacan el molino a lo bestia y en lugar de abrir el candado con métodos expeditivos lo abren con la llave. ¿No era absolutamente evidente que se descubriría que Maribel estaba en el ajo?
Cinéfilo: De todas formas la habrían descubierto por su fea costumbre de coger las cartas escondidas bajo el suelo sin cerrar la puerta del cuarto y siempre de espaldas a un posible mirón... Ese recurso de suspense era facilón y antinatural: la puerta en lo alto, en penumbra, tras el rostro asustado de Maribel...
Cinéfago: Oye, ¿por qué la niña pinta la puerta en el techo para escapar del ogro? Casi la pilla.
Cinéfilo: No lo sé, no he logrado entender eso. No me ha dado tiempo a verlo bien, quizás no había espacio para pintarla en otro sitio. ¿no odiaste a la niña cuando se comió la uva pese a que estaba prohibido? Es un simulacro cutre de los cuentos tradicionales. Cuando se incumplen las normas es porque todo parece indicar que esas normas son arbitrarias y estúpidas. Aquí con los dibujos del ogro canibal en las paredes, las hadas dando el por saco, y el monstruo monstruoso, quedaba bastante claro que lo de no coger comida iba en serio.
Cinéfago: Ya, pero es que estaba claro que la niña era tonta perdida.
Cinéfilo: ya te digo. Bueno, un dinerín tirado a la basura. ¿Qué vemos la semana que viene?
Cinéfago: la Dalia Negra creo que nos podrá hacer felices a los dos... Aunque sigo insistiendo en que quiero ver Serpientes en el avión.
Cinéfilo: Quita hombre, quita...

12 comentarios:

Rfa. dijo...

Je, je, Miguel, me encantan los debates entre tu "yo-cinéfago" y tu "yo-cinéfilo" (aunque mi favorito sea siempre el primero).
Curiosamente, hoy es la tercera vez que me hablan de El laberinto del fauno. Una compañera de la facultad me ha dicho que le había gustado mucho. Yo le he dicho que no me atraía la fantasía, y entonces ella, muy seria, me ha dicho que "no era fantasía". Así las cosas, me he quedado medio convencido hasta que luego, en el café, otra amiga me ha puesto la película a caer de un burro. Más o menos, sus argumentos eran los mismos que los tuyos: maniqueismo, torpeza y pesadez. Supongo que de momento estoy convencido, aunque hay una pega: siento una curiosidad tremenda por la segunda parte de tu post, la que lleva spoilers. Sólo por poder terminar de leer, querido, seré capaz de ver la peli. ¿Te das cuenta de lo que haces conmigo?

Fliper dijo...

Pues te he tenido muy presente al señalar que a partir de ahí no se podía leer, recordando que te estropeé Munich cuando escribí sobre ella en Unidimensional. :-)
Ayer vi Hijos de los Hombres. Esa si que te la recomiendo encarecidamente. Pronto hablaré aquí de ella.

Anónimo dijo...

Me pareció curioso encontrar sin querer una "crítica" mal elaborada hacia una película como "El Laberinto..."...en gustos se rompen géneros sin duda, pero desde el momento en que gustas de "Blade 2" me doy cuenta que eres bastante torpe para cuestionar una película...sinceramente y sin ánimo de ofender los más idiota que he leído es tu "doble" opinión de cinéfilo y cinéfago..dudo mucho que sepas siquiera que signifiquen esas palabras por tan mediocres líneas que escribiste....Te podrá gustar o no una película, pero si tienes un poquito de sinceridad, no engañes a tus cuates, que son los únicos que leeran tu penosa opinión de esta cinta...Créeme jamás regresaré a tu Blog, MEDIOCRE Y EGOCENTRICO, SIN BASE ALGUNA...

Fliper dijo...

Querido Divine, espero de cualquier persona que escriba en este blog que de debida cuenta de las opiniones vertidas. Dices "mala crítica" y tratas de explicarte, pero ahí se acaban todas tus explicaciones. Yo, en cambio, quizás para tratar de "marcar la diferencia", como dicen en Operación Triunfo, voy a contestarte un poco. Por supuesto, he de darte la razón en que toda crítica es subjetiva. Y lo hago yo porque tú no lo haces, ya que te dedicas a plasmar tus fobias y gustos sin dar una sola razón. Dices que Blade II es una porquería. A mí lo único que me parece una porquería de esa película es Santiago Segura. Tiene ritmo, es fiel a la primera parte, tiene ritmo, es divertida y trata de encontrar a la vez un cierto revés de la trama que no haga que sea más de lo mismo. Es una buena película-producto. Yo, que cuando voy al cine sé lo que voy a ver, no me esperaba una obra de arte y ensayo cuando fui a ver Blade. Tampoco lo esperaba demasiado con El laberinto, pero es que ésta no funciona ni como buen cine (así han tratado de venderla) ni como producto. Y razones doy para tal opinión, cosa que tú no haces. Respecto a lo de "cinéfilo y "cinéfago", queda explicado en el post que los límites entre uno y otro están bastante desdibujados. Si te ofendió tanto la crítica que fuiste incapaz de leerla con atención es problema tuyo, no mio. En cualquier caso la palabra cinéfago no existe, pero su significado en este post creo que queda bastante claro. Por último, afortunadamente no tengo esa capacidad de influir sobre mis "cuates" que tú me atribuyes. De hecho, si escribo sobre esa película como lo haré sobre otras es para discutir con ellos, no para convencerles sobre nada. Y de hecho, así ha sido. Desde luego, los que creían que no tenía razón han justificado su postura. Ellos si saben cómo expresar su pensamiento crítico. Tú no. Así que la próxima vez que vayas expresando tus rabietas en los comentarios de algún blog, lo mínimo que podrías hacer es no disimular tus berrinches bajo la pátina de la sobriedad del crítico.

Anadja dijo...

Ja, ja, ja. Miguel, me ha encantado la discusión entre esos dos "yoes" que en cierto modo, muchos tenemos...A mí también me pareció una peli mala...Hazme un favor, escribe un comentario con tu opinión al respecto en Jenesaispop, ¿cómo un blog tan respetable se puede permitir un post que alabe la peli de esa manera? Ademas de la cantidad de comentarios dejados todo eran elogios...
¿Qué está pasando?

Fliper dijo...

Querida Anadja, no tengo más remedio que rechazar tu petición. Aunque este blog es un recién nacido, he estado escribiendo en otro durante más de un año. Y alguna vez he escrito en los comentarios de otro blog avisando de que había escrito un post sobre el tema a tratar, generalmente crítico con la cuestión planteada. He sido, todas y cada una de las veces, acusado de tratar de desviar el tráfico a mi blog. Y por eso creo que paso. Y escribir un comentario breve sobre el tema me parece inútil y te diré porqué: hay veces en las que he discutido con gente sobre una película que a mí me parecía horrorosa y a la otra persona genial, sin que en ningún momento pensase nada malo sobre esa persona, ni sobre él ni sobre sus capacidades críticas. Pero de vez en cuando me encuentro con determinadas posturas ante una película que me hacen desistir de toda discusión. Y es el caso. Sinceramente, no creo que nadie en sus cabales pueda pensar que El laberinto del fauno es una buena película. Puedo aceptar que haya gustado, pero no puedo decir nada a alguien que la cree una maravilla. Y no es cuestión de elitismo ni nada por el estilo. Es que me veo, a priori, incapaz de comprender cualquier argumento que trate de dejar en buen lugar a ese producto en concreto. En cualquier caso muchas gracias por la sugerencia y me alegra que te hayan divertido mis dos yoes.

Anónimo dijo...

Lo que sucede con "El laberinto del fauno" es curioso. Tiene una crítica fabulosa, (unanimidad de los críticos que no entiendo), y tal es la fama que si alguien dice que no le ha gustado, como ha sucedido en este blog, le dicen o que no tiene ni idea de cine o que es un facha o que nosequé...

Guillermo del Toro afirma que le gustan los cuentos y que esta película es uno. Pues bién, lo que está sucediendo en internet me recuerda a otro cuento: "El traje nuevo del emperador", en el que la ciudadanía fingía ver al emperador vestido con lujosos paños al estar convencidos de que llevaba un traje invisible para los tontos. Esto mismo le pasa a los que leen las críticas y comentarios: no reconocen que no les ha gustado y se abstienen de escribir, hasta que alguien pone un mensaje llamandole a la película lo que és. Es entonces cuando muchos mas se deciden a expresar su opinión y poner comentarios mas críticos (y mas acordes con los que se suelen oír a la salida del cine).

Por cierto, a mi también me ha gustado el diálogo entre "Yoes".

Fliper dijo...

Sí, a veces da miedo publicar un comentario negativo cuando a una película la han puesto por las nubes: seguro que piensan que eres el típico superguai que basta con que una peli tenga muy buena crítica para ponerla a parir. Yo, como ya dije en el comentario anterior, me quedo realmente sorprendido de la gran acogida de esa película. Infiltrados, por ejemplo, no me gustó demasiado, pero no me parece un disparate que la ensalcen.

Anónimo dijo...

Perfecto tu analisis mediante los dos yoes. La pelicula es simplemente muy muy mala. Un insulto a la inteligencia y el buen gusto. Lo que me saca de quicio es lo que ya alguien ha comentado. Toda, absolutamente toda la critica la pone bien. Curioso... o simplemente apestoso.

bernardopajares dijo...

Hola, majo. He llegado hasta aquí a través de un comentario tuyo en jenesaispop y me tiene muy buena pinta tu blog. He caído en esta crítica de "El laberinto..." que a mi me pareció correcta, y coincido con otros lectores en la gracia que me hace tu conversación contigo mismo para llevar a cabo la crítica. Muy currado. Opino igual que tú sobre la interpretación de la niña (ajjj) y la falta de profundidad en el cuento fantástico, pero le doy un aprobado. Eso sí, para nominarla a tantos Oscar te aseguro que no...

Anónimo dijo...

yo solo pregunto despues de que pisoteaste la pelicula "El laberinto del Fauno", entonces para ti cual es una buena pelicula y por qué? digo solo para tratar de comprender primero el nivel de critica que posees o si solamente eres uno de tantos queriendose hacer publicidad a costa de destruir el trabajo de los demas, tomando la falsa bandera de "como no soy un borrego como la mayoria yo tengo la razon", ojala y la pelicula que tu propongas sea "realmente" buena y no solamente una enselada de dialogos e imagenes tan surrealistas que solo el director le "entiende" y por eso seudocriticos la elogian

Fliper dijo...

Sinceramente, no tengo la desgracia de tener un esquema, unas pautas que medigan cuándo una película es mala o cuando no lo es. Las veo, megustan, no megustan, y trato de reflexionar acerca de las razones al respecto. No entiendo que conexión existe entre hablar mal de una película y aumentar las visitas a un blog. He releído mi post y no he encontrado en ningún lugar en el que defienda que no me gusta esta película porque no soy un borrego. En todo caso, lo que puedo haber dicho en algún momento es que no entiendo por qué esa película tiene tan buenas críticas.
En otras entradas de este blog encontrarás alusiones a películas que me gustan, si deseas hacerte una idea al respecto. Y no, no necesariamente las películas que me gustan son películas de arte y ensayo. Algunas si, otras no, y realmente me encanta el cine comercial bien hecho.
En cualquier caso, no tiene importancia mi buen o mal gusto al juzgar las películas. Si lo que le ha molestado es mí crítica al laberinto del fauno quizás lo que debería hacer es tratar de discutir las razones expuestas y no dedicarse solo a hablar sobre mi competencia para juzgar, la cual yo mismo pongo en entredicho.