26.2.08

Monstruosamente monstruoso


Que J. J. Abrams es un genio es algo que, a estas alturas, no podemos discutir. Que Monstruoso es una película magnífica, tampoco. O a lo mejor sí, pero sólo porque el principio es un poco meloso y la acción tarde en arrancar tratándose de una película tan corta.
Aquellos que os han dicho que es un rollo de esos mareantes tipo El proyecto de la bruja de Blair están simplificando mucho la cuestión. Primero porque en esta película no te mareas, pese a que supuestamente se trata de la grabación hecha con una cámara de vídeo. Todo está perfectamente en su sitio, y el manejo de las elipsis temporales y visuales es perfecta. Y segundo porque, mientras aquella es simplemente una película de terror al uso, Monstruoso es un reflejo del miedo ante los ataques del 11-s. Algunas de sus escenas están calcadas del material que pudimos ver hasta la extenuación aquellos días.
El miedo, la desesperación, la valentía y su opuesto, el amor truncado, todo está en esta película, palpitante. Y no hay que rascar mucho para encontrarlo, pese a que nos encontramos con un producto con vocación comercial y que muchos han tildado de descerebrado.
Conforme pasan los años las películas de autor me resultan más repelentes y aburridas, autorreferenciales y pretenciosas. Sólo en productos como éste somos capaces de pasarlo bien y comprender, a base de empatía pura, como funciona el mundo. Y que nos de miedo.