29.9.08

Ni puñetera gracia

Artículo de Gracia Querejeta en el ABC del domingo 28/09/08.

Se ha perdido un gran tipo

Paul Newman ha sido un actor tan importante tanto para el cine como para el público, un actor en el que todos nos podíamos ver reflejados en su quehacer. Era un profesional que a cualquier director le hubiera gustado tener en una película suya, porque dominó prácticamente todos los géneros. Su fama era tan universal que no ha habido un actor al que se le reconociera tanto como a él. Más conocido, por ejemplo, que Matthew David Lewis hoy, al que se supone que conoce todo el mundo. Paul Newmann fue más allá del cine, como actor y como estrella.
Tengo una gran admiración por «El buscavidas» (¿y quién no le recuerda en «El golpe»?). Recuerdo que vi esa película en Madrid en el cine Alcalá Palace, en una pantalla enorme, en primera fila y el día del estreno, porque no podía esperar más tiempo para verla. Donde además tenía como pareja a Robert Redford.
Entre otras tantas cosas, quién no le recuerda también como protagonista de «La gata sobre el tejado de zinc», junto a Liz Taylor. Era además un actor comprometido con las causas sociales, celoso de su vida privada, y la estrella «anti-estrella» más famosa que ha tenido el cine en su historia. Su comportamiento lo ha dejado en evidencia. Se ha perdido un gran actor y un gran tipo.

Está claro que Gracia tenía otras cosas que hacer cuando la llamaron para escribir esto. Frases cortas, información de perogrullo, sentencia comodín para el cierre... Desde luego no es la única que tira de la imagen mental estándar que relacionamos con el nombre del actor: en casi todos los titulares de la prensa escrita de ayer hablaban de miradas azules que se apagaban... Pero, por el amor de peich, se ha muerto, y a un cinéfilo de pro se le tiene que disparar su imaginación con semejante tragedia. Ya se sabe, creatividad fruto de situaciones límite... Ostras Gracia, aunque tu cine no sea santo de mi devoción, me esperaba algo más currado de una tía como tú. Para leer esto prefiero ver lo que dice Ana Rosa Q. que vendrá a ser lo mismo.
Por cierto Paul, tu reciente estado de no-existencia generará mucho dinero, como es habitual en estos casos, pero en realidad para mí no ha cambiado nada: como siempre será un placer seguir relacionandome contigo via pantalla...




18.9.08

Matt Johnson dijo

Es difícil, pero mola darse cuenta de que se está viviendo algo grande, que cambiará tu vida para siempre, ya sea un concierto, un viaje, una peli, un polvo, una conversación o el examen de selectividad. Lo que ya resulta más fácil es recordarlo, de forma más o menos fiel, engrandecerlo y ponernos a echar de menos (o no) aquel día.
The the o Matt Johnson creó una canción que partió en dos, dibujando cada uno de esos momentos. La primera vez que escuché cada una de ellas representó para mí una de esas vivencias en las que fuí consciente de su importancia, por lo que también forman parte de mi fiesta privada de la nostalgia. This is the day es ahora un reclamo publicitario para salvar el apacible municipio de Shoreditch de la construcción masiva de rascacielos de oficinas, algo parecido a lo que han hecho con mi adorado Poblenou, del que pronto no quedarán ni sus graffitis. Curiosamente, iba por las calles de este barrio, camino de un concierto de From head to toe, cuando descubrí This is the day. Circular, ¿no?

This is the day THE THE


That was the day THE THE

10.9.08

Me recuerdas a alguien... El talento de Mr. Merritt

Here in my heart. THE 6THS


Take a chance on me. ABBA

Top 5: Como una cabra

5.1 Violently Happy. BJORK


5.2. Fire Water Burn. BLOODHOUND GANG


4. Take a chance. THE MAGIC NUMBERS


3. If you don't know me by now. DAVID BRENT (The Office)


2.
I wanna be sedated. THE RAMONES


1.
Make your own kind of music. CASS ELLIOT

9.9.08

Lugares comunes

Ya tenemos treinta y tantos , lo que supuestamente significa que conformamos un segmento caracterizado, entre otras cosas, por ser grandes consumistas. Gracias a nuestra infancia más o menos pobretona, de dos regalos por año ( se entiende Navidad y Cumpleaños) estamos sedientos de chorradas y, por tanto, somos público objetivo prioritario de muchas campañas publicitarias.
Tiene especial mención la de Renault Megane del año pasado en el que todos flipamos cuando alguien se atrevió a cantar como Limahl una versión del Never Ending Story con un texto encajado a presión pero publicitariamente eficaz.
Sin embargo, los que se llevan la Copa de Europa son los spots de nuestra rica Coca-cola. Todo empezó con el de Coca-cola light de finales del 2006. Apelaban a la libertad de elección, muy apropiado para una generación a la que muchos de sus padres torcieron el morro por no estudiar empresariales o derecho. Además estaba acompañado por una canción de épica máxima interpretada por el australiano John Farnham. Una de esas que no habías oído desde que estaba de moda (bueno, en realidad yo sí).
Pero se nos pusieron los pelos como escarpias con el primero de los anuncios de Coca-cola llamados años 80. Todas las cosas a las que se hacían referencia suponían un sobresalto de nostalgia, perfectamente cerrado con el crescendo de Simple Minds, que si ya asocias con el final de El club de los cinco han llegado al punto G del consumista treintañero. Menos conseguida es la segunda versión, claramente modificada porque la primera no estaba nada orientada hacia las chicas. De hecho, esa pequeña carencia infundada en algunos casos, hizo que la cagaran totalmente, porque en este último spot todo se centra en el horterismo total que representaban mis adorados Nuevos Románticos. El copy se pasa de rosca con el penoso estribillo Cha-val, a salvo de un par de caídas buenas como la mama-expresión "ni consola, ni consolo" y la referencia a nuestros recopilatorios anuales favoritos.
Este verano me he topado con una pequeña joya publicitaria en la misma línea. Se trata de un folleto de un lavadero de coches llamado Sr. Miyagi. La verdad es que no lo he visitado pero ardo en deseos de saber si pueden lavarte el coche mientras hacen la grulla. Lástima que el eslógan no sea "dar tsera, pulir tsera".